Seguramente debido a la cantidad de información visual que se conserva de todo lo relacionado con los ataques sobre Hiroshima y Nagasaki, en las regiones occidentales más alejadas de esta terrible catástrofe, éstos han pasado a ser un referente de la estética contemporánea. El hongo producido por la devastadora bomba es una de las imágenes más siniestramente bellas producidas por el hombre. A la vez que uno de los símbolos de la capacidad de destrucción del ser humano como especie.
El terror a un ataque nuclear ha dado pie a guerras invisibles, la llamada Guerra Fría, a invasiones justificadas en la existencia de unas, también invisibles, armas de destrucción masiva (Operación libertad iraquí) y por supuesto a numerosas películas que tratan a modo de ficción o incluso de ciencia-ficción las consecuencias de una amenaza o un ataque de estas características.
En este proyecto, como en la mayoría de mis trabajos, hay una clara referencia al proceso de construcción de la obra.
Utilizando las imágenes de las búsquedas realizadas en internet en torno al objeto de interés: atrocidad mundial/ataque nuclear/bomba atómica/simulacro, genero nuevas imágenes dónde se homogeneizan las jerarquías entre los distintos niveles de representación, combinando dibujo, reprografía y fotocopia y fotografía de pintura.
El origen de la imagen se confunde, pudiendo provenir, ésta, de una fuente ficticia o real. A veces la real es pura representación, como ocurre con las imágenes extraídas de lo que se conoce como Survival Town, reproducciones de pueblos enteros, a escala natural, construidos en el estado de Nevada para “testear” el efecto de un ataque nuclear sobre la población.
El proyecto toma su título de la película homónima de 1962. La película, enmarcada en lo que se ha venido a llamar serie B, un cine orientado a la ciencia ficción y producido con pocos recursos, analiza el comportamiento de un grupo de personajes ante una amenaza atómica.
El proyecto This is Not a Test, al igual que el género que enmarca la película, se formaliza con un marcado carácter manual, casi pictórico, tanto en su concepción como en su realización. Un lenguaje plástico que casi roza la precariedad, cuestionando la supuesta capacidad redentora del arte para la humanidad.
Probably because of the great amount of visual information that is being kept regarding everything related to the attacks on Hiroshima and Nagasaki, in the outermost western regions of this terrible disaster they have become a point of reference for contemporary aesthetics. The mushroom cloud generated by the devastating bomb is one of the most ominously beautiful images ever created by man. It is also one of the symbols of the capacity for the destruction of mankind as a species.
The terror of a nuclear attack has given rise to invisible wars, as the so called Cold War, to invasions justified by the existence of, also invisible, weapons of mass destruction (Operation Iraqi Freedom) and of course to numerous fiction or even science fiction films that revolve around the consequences of a nuclear threat or attack.
As in most of my works, there is a clear reference to the constructing process of the work itself.
By using images from the searches on the internet regarding the topic of interest: global atrocity / nuclear attack / atomic bomb/ simulation, I create new images in which the hierarchies between the different levels of representation are being homogenised, combining drawing, reprography and photocopy and photographs of paintings. The origin of the image is mixed up and it might come from a fictitious or a real source. Sometimes, the real image is pure representation, like the images extracted from what is known as the Survival Town, real scale reproductions of entire villages that were built in the State of Nevada in order to test the impact a nuclear attack would have on the population.
The title of the project comes from the homonymous film from 1962. The film, considered to be what is commonly described as a b-movie – low budget and science fiction oriented films – analyses the behaviour of a group of people facing a nuclear threat.
The project This is Not a Test is formalised by means of a highly manual nature, almost pictorial, both in its conception and its execution. A visual language that is almost precarious and that questions the supposed redemptive capacity of art for humankind.